Precipitación
El ciclo hidrológico se desarrolla en tres medios: la atmósfera, la superficie terrestre y el subsuelo. De las aguas que afectan al primero de ellos, las aguas meteóricas o precipitaciones, se ocupa la hidrometeorología. El estudio de las aguas superficiales es objeto de la hidrología de superficie, aunque en el fenómeno de evapotranspiración, más complejo, influyan factores no sólo de ambos tipos (meteorológicos y superficiales) sino también fenómenos agrológicos. El tratamiento de las aguas subterráneas requiere de una hidrología específica llamada hidrología subterránea, que estudia el origen y movimiento de las aguas existentes por debajo de la superficie del suelo; si se quiere se puede dar un aspecto todavía más particular de la hidrología de las aguas subterráneas que lo constituye la hidrogeología, que considera especialmente los problemas geológicos.
En hidrogeología interesa conocer las precipitaciones de un área ya que éstas constituyen la materia prima de las aguas subterráneas. Por supuesto, también interesan los otros parámetros del balance hidrológico. La formulación matemática del balance en forma simplificada es:
Las precipitaciones agrupan todas las aguas meteóricas recogidas en una cuenca hidrográfica o área determinada. Se presentan en forma líquida (lluvia, niebla, rocío) o sólida (nieve, granizo). La lluvia es la pluviosidad y la nieve, la nivosidad. Esta cantidad de agua así precipitada podrá o no enriquecer los embalses subterráneos.
La precipitación es un fenómeno de tipo discontinuo y su distribución tanto en el espacio como en el tiempo es sumamente variable. Según los fenómenos meteorológicos que las originan o las acompañan, hay tres tipos de precipitaciones:
Precipitación convectiva: Originada por el calentamiento de las masas de aire próximas a la superficie del suelo que ha recibido una fuerte insolación. Suelen ser las tormentas locales propias de la estación cálida.
Precipitación frontal o ciclónica: Tienen origen en las superficies de contacto de masas de aire (frentes) con temperatura y humedad diferentes. Pueden ser de frentes cálidos o frío.
Precipitación orográfica o lluvia de relieve: Propias de zonas montañosas; por el enfriamiento y consiguiente condensación de vapor de agua en las masas de aire que al ser interrumpidas por una ladera ascienden por ella.
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